Hablar de videojuegos es entender a las mentes involucradas y su desarrollo, pues más que un interactivo se trata de historias y universos complejos que comienzan en bocetos, hasta convertirse en obras maestras. Guionistas, animadores, diseñadores y compositores, muchos roles integran un desarrollo, pero sin duda es el programador quien junta todos los ingredientes y enciende la vela del pastel.
Juan Zurita es nuestro director técnico y la mente maestra detrás del desarrollo de videojuegos. Un programador y diseñador gráfico genéticamente modificado que inició sus pasos en este mundo, jugando por la vida. “Desde chico hacía juegos de rol en papel. Tiempo después comencé a hacer juguetes, incluso con palos de escoba que talaba para convertirlos en espadas de madera. Siempre he tenido una inquietud por crear y jugar, aunque no necesariamente en el mismo orden”, cuenta entre risas.
Años más tarde durante su infancia, a Juan se le ocurriría hacer un videojuego similar a Mario Bros, con la particularidad de que el personaje principal sería su abuelo, quien debía eliminar pequeñas moscas en los escenarios. O al menos así lo imaginaba. “Le pedí a mi papá que me bajara algún programa para hacer juegos, como el Game Maker e intenté ver cómo funcionaba. En ese entonces no sabía cómo acceder a Internet para buscar información, así que tras ensayos y errores, solo puedo decir que llegué a hacer el arte del juego en Paint”, dice mientras selecciona a Riptor en Killer Instinct y lucha contra su primer adversario.